El DSM es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (en inglés, Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders). Está editado por la APA (American Psichiatric Association), la autoridad principal en diagnóstico psiquiátrico en Estados Unidos. El DSM-5, ejemplar que se usa en la actualidad, fue publicado en 2013.
Si queremos informarnos sobre cuáles son los síntomas del Trastorno Límite de la Personalidad (o de cualquier otro trastorno mental), la fuente más fiable que podemos consultar es esta. Hay que tener en cuenta que existen nueve criterios diagnósticos (lo que podríamos llamar "señales" de que existe un problema; en este caso, TLP) relacionados con este trastorno, pero no necesitamos un pleno para ser diagnosticados con TLP: basta con una combinación de, al menos, 5 de estos 9 criterios. Esto da lugar a unas 256 combinaciones, según The Big Book on Borderline Personality Disorder de Shehrina Rooney (contadlas vosotros si queréis, a mí me da todísima la pereza). Es importante comprender que ni el TLP ni ningún otro trastorno mental se va a mostrar de la misma manera en una persona que en otra - cada individuo posee una serie de variables tanto internas como externas (contexto, peculiaridades biológicas, etc.) propias, lo que hace que sus síntomas, aún siendo los mismos, se muestren y se sientan de formas muy diferentes. Es por este motivo que se hace tan difícil realizar un diagnóstico fiable de cualquier trastorno mental, y por lo que no debemos guiarnos por publicaciones de redes sociales o test realizados en un único momento vital. Pero dejemos eso para otro momento.
Criterios diagnósticos
Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginario.
2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza por una alternancia entre los extremos de idealización y de devaluación.
3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del sentido del yo.
4. Impulsividad en 2 o más áreas que son potencialmente autolesivas (p. ej., gastos, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios).
5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o comportamiento de automutilación.
6. Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo (p.ej., episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos días).
7. Sensación crónica de vacío.
8. Enfado inapropiado o intenso, o dificultad para controlar la ira (p.ej., exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos graves.
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